En este artículo vamos a ver cómo hacer promociones para un negocio, es decir, que hay que tener en cuenta sí o sí. En otro artículo escribí acerca de los tipos de promociones que existen.
Las rebajas de precio sirven, pero cada vez están más obsoletas en relación a las promociones con un mayor grado de novedad. Tener en cuenta el target, el objetivo y los tipos de promoción es de mucha utilidad para pensar promociones distintas. ¿Cómo puedo elegir buenas promociones para mi negocio?
Una simplificación de la definición de promoción puede ser: acciones de una organización dirigidas a un público objetivo con el fin de incrementar las ventas a corto plazo.
En este artículo vamos a ver:
¿Por qué se hacen las promociones?
En primer lugar, hay varias razones por las que un negocio elige hacer promociones. Estas son, a mi criterio, las más importantes: aumentar las ventas, deshacerse de stock de ciertos productos, reducir la estacionalidad de las ventas, para ganar imagen de marca y para aumentar/dirigir el tránsito en el punto de venta. Pero siempre ante todo, es dar valor al consumidor.
La promoción que elijas depende totalmente del objetivo.
Para tener en cuenta a la hora de elegir promociones
Hay 3 cosas principales: El tipo de promoción, el tiempo y el público objetivo.
1) El tipo de promoción
Los tipos son muy variados y lo fundamental es no centrarse únicamente en las promociones de precios. Hay dos grandes tipos de promociones: tradicionales y no tradicionales.
Las tradicionales son las que incluyen promociones de precios (al pan lactal te lo venden al mismo precio pero el envase trae un 25% más del producto), regalos (como regalar algo con la compra de X producto, o con 3 paquetes de yoghurt + $15 te llevas una mochila) y concursos o sorteos (incluyendo los de las redes sociales). Por ejemplo, en este artículo podes ver cómo hacer sorteos en Facebook.
Las no tradicionales hacen referencia las acciones que vemos en los shoppings (un ambiente promocional para alguna película de moda donde te podes sacar una foto con los personajes representados por carteles), o acciones de empresas individuales (latas de edición limitada de Coca Cola o KitKat modificando una parada de colectivo para que te haga masajes).
Lo importante es saber qué tipo de promoción se ajusta más a tu objetivo. Si tenés un producto que se vende poco y querés sacartelo de encima, un descuento de precio sería el camino más fácil. Pero también podes optar por una promoción de producto conjunto y venderlo con un producto que se venda mucho más. Pero lo importante es entender que no todas las promociones aplican a todos los objetivos.
Hace unas semanas quisimos incrementar las ventas a corto plazo de un negocio y traer más gente al punto de venta. Se me ocurrió regalar entradas de cine para la gente que compre un producto superior a X monto. Si sobra stock de entradas, se regalaron a clientes leales con su compra.
Si lo que se pretende es ganar imagen de marca para una Pyme que vende indumentaria, un sorteo en redes sociales va a ayudar a aumentar lo que se conoce como «brand awareness» (conciencia de marca) siempre y cuando esté bien hecho (promueva el engagement, tenga condiciones claras y sea eficaz, no simplemente poner un «me gusta», etc). De lo demás se encarga la fuerza de ventas.
2) La vigencia de la promoción
es importante destacar que una promoción es atractiva porque tiene un tiempo limitado, si ese tiempo se extiende de dos semanas a 2 meses pierde el atractivo. Una vez definido el plazo, se tiene que respetar.
El otro punto importante es no hacer promociones de forma repetida (y menos si son promociones de precio) porque las personas se acostumbran y dejan de consumir en su ciclo habitual solo para consumir cuando hay promociones. Se recomienda dejar mínimo 1 mes de espacio entre promociones.
3) Que sea acorde al target
Esto se tiene que tener en cuenta en todas las acciones de marketing, no sólo en las promociones. De todas formas, vale la pena mencionarlo. Si la empresa que mencioné arriba que regalaba entradas para el cine tuviese como objetivo a nenes de 1 a 8 años, quizá en vez de entradas al cine hubiese regalado algún tipo de peluche, por ejemplo.
También de acuerdo al target va a ser la comunicación, si quiero llegar a un público de 60 a 80 años con un estilo de vida tradicional (porque vendo, por ejemplo, plantillas de zapatos), es difícil cautivarlos con Instagram. Por eso todo depende, nada es absoluto en el marketing.
La clave de las promociones
Abrir la cabeza. El que innova tiene más posibilidades de ganar. Tener en cuenta el tipo de promoción, el público objetivo y la vigencia de la promoción es fundamental para hacer promociones exitosas. Si mi negocio apunta a un público adolescente, ¿qué pasaría si mediante una cuenta de Snapchat comparto un código/cupón que si lo presentan en el negocio se llevan un regalo con su compra? (descuento también puede ser, no los odio tanto como para no incluirlos, y menos si el comprador es sensible al precio).
La idea es buscar un diferencial.