Por: Leonora López
En mi último viaje con Uber, un sábado por la noche y sola, el conductor me pidió amablemente que me subiera adelante, accedí. Empezamos a charlar sobre los incidentes con los taxis, después le comenté que unos días atrás había pagado $20 el mismo viaje que ahora hacía con él (y me estaba cobrando $100) y le pregunté: De esos 20 pesos, ¿Vos cuánto ganas?
Entonces me contó algo que no sabía: al ser ilegal el servicio y/o la empresa en el país, cuando pagamos en efectivo, Uber no puede reclamarles por ningún medio la comisión a los choferes por no estar registrado en ningún ente público (AFIP, por ejemplo). El chofer me contaba que la deuda que tenía con Uber rondaba en los 130.000 pesos y que nunca se la podría reclamar.
Uber Argentina nunca lo negó, pero tampoco dio las cifras, ni siquiera aproximadas. Estamos hablando de una pérdida enorme que para la empresa «significa una inversión» (palabras textuales) en Argentina.
Estos últimos meses se aprobó una ley que legaliza el «transporte privado por plataforma» en Mendoza: en octubre comenzó oficialmente a funcionar y el viaje más largo fue de más de 30 kilómetros.
¿Por qué Uber invierte en Argentina?
El gerente regional de Uber, Mariano Otero, lo explico hace unos meses: Buenos Aires es el mercado que crece más rápido en la región latinoamericana, es una prioridad para la empresa ya que crece dos cifras por año en nuestro país. Uber no hace declaraciones públicas de lo que gana (ni de lo que pierde), pero si la empresa sigue expandiéndose, podríamos ser uno de los países que más ingresos le genera.
Mendoza es un buen ejemplo de lo bien que funciona la empresa con habilitaciones legales: Uber ya está registrado en la AFIP y también debe pagar sus impuestos, los chóferes también tienen que sacar una licencia profesional (con su respectiva tasa provincial) en la provincia para poder conducir, punto importante ya que es la principal queja de los taxistas de Buenos Aires.
La empresa también destaca las oportunidades laborales que se dan en el país y afirma que están dispuestos al diálogo con las autoridades.
La pregunta es: ¿Afecta la llegada a Mendoza al proyecto de legalización en Buenos Aires? ¿Uber está cada vez más cerca o más lejos de que se apruebe una ley que lo habilite a conducir por las calles de Buenos Aires? ¿Cuánto más puede seguir “invirtiendo”?