Por Leonora López
La Navidad es la época favorita de cualquier persona dedicada al marketing. En diciembre empiezan a despertarse esas publicidades adictivas (no sólo se ven una y otra vez, sino que tenemos la adicción de mostrárselas a todo el mundo y hablar de ella). Generalmente son las de Coca Cola, pero esta vez fue la de Ikea.
Primero veamos la publicidad en detalle:
Preguntas incómodas
La marca sueca propone un juego a un grupo de familias llamado «Familiarizados» bajo la propuesta: «¿Te jugarías la cena de Navidad con tu familia?». Es fácil, hay que responder preguntas sobre las redes sociales al principio, luego las preguntas se van hacia los temas familiares y la persona que no sepa responder debe abandonar la mesa.
En el anuncio se puede ver como un hijo no sabe de qué trabaja el padre o una hija no sabe cómo se conocieron sus padres, cómo los padres no saben los gustos de sus hijos o como en la familia no se conoce sobre la vida de nuestros abuelos. Luego de que una persona mayor, el abuelo, se quede solo y triste, los participantes reflexionan sobre qué están haciendo mal, reflexionan sobre cómo las redes sociales estarán siempre, y nuestra familia no.
Volver a conectar
La marca cierra con el concepto «desconectar para volver a conectar»: antes de que termine, la publicidad muestra cómo las familias se reúnen de nuevo y dejan sus celulares en una caja. Por último, anuncia que no publicarán nada en las redes sociales desde el 24 de diciembre y 1 de Enero.
Esta publicidad se hizo viral dentro de la burbuja de redes sociales en la que vivimos: nos invita a compartir tiempo con las personas que más queremos en estas fiestas, apelando a la emotividad de los espectadores.
¿Te animas a desconectarte un rato para conectar?