Hace algunas semanas Bonafide sacó dos nuevas publicidades que andan circulando por la TV y resuelven un problema que para mí siempre fue clave en uno de sus productos: las Donuts.
En este artículo vamos a ver cuál es el problema de las Bonafide Donuts y cómo lo resolvieron lanzando una serie de spots publicitarios en TV.
El producto en cuestión es el siguiente:
Ni siquiera quiero nombrarlo, porque ese es el problema en cuestión. Nunca supe si decirle donas, donuts, rosquillas o qué. Esto se remonta a mis años de secundaria:
Iba a un colegio con jornada de casi 8 horas diarias donde teníamos un recreo para almorzar de una hora y veinte minutos. Cruzábamos la calle y almorzábamos en un supermercado reconocido del lugar que tenía una rotisería y un estacionamiento muy grande afuera (nuestro patio de comida). Algunos de mis compañeros sólo almorzaban golosinas o cosas con la que cualquier madre se indignaría. El asunto es que otros se conformaban con una dona, rosquilla o como se llame. Siempre me molestó no saber cómo llamarlas sin sentirme un personaje de los Simpsons o un norteamericano.
Se ve que Bonafide detectó este gran problema en uno de sus productos de importante trayectoria, y es que la gente ni siquiera sabía cómo referirse a ellas. El otro día, cuando pasé por el kiosco al frente de un colegio secundario que queda a dos cuadras de donde vivo, escuché que dos adolescentes le decían al kiosquero «dame dos paquetes de esos de allá… los violetas», y ante el desconcierto del empleado el amigo agregaba: «las donas que tenés ahí, amigo!».
¿Cuál fue el acierto de Bonafide?
Y es entonces cuando aparece Bonafide (marca madre de Donuts) con este spot publicitario que hace un paralelismo entre las formas de llamar a una persona calva y la forma de llamar a su producto:
No sé cuánto tiempo le tomo a Bonafide detectar este problema, quizá tuvo que gastar miles de pesos en investigaciones de mercado o simplemente charlar con algunas personas para darse cuenta de este problema que, si bien parece indiferente, repercute de forma importante en la elección del producto. Al consumidor potencial hay que hacérsela lo más fácil posible.
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